Imaginando a Bowie

Ya está a la venta el disco tributo a David Bowie en el que participamos. Lo edita Patagonia y lo produce Frank Andrada y Valentí Adell.
Hay canciones muy chulas (la primera de Microsillon es la bomba). El diseño de la portada es de Ángela Peinado.

Aquí os dejo el link de Elkar, una tienda on-line donde he encontrado el precio más barato. También lo encontraréis en Discos Gong.

Este finde hemos grabado guitarras acústicas. A pesar de mi condición de no-músico no fue tan lento como preveía. Como mínimo no me insultaron ni maltrataron demasiado desde la cabina. El finde que viene, más.

Albert

Estocolmo

Riqui y yo hemos estado en Estocolmo este fin de semana.

Nos lo hemos pasado muy bien, nos hemos reído mucho y hemos cargado las pilas tanto espiritual como intelectualmente. Estocolmo es una ciudad muy bonita. Es un archipiélago de islas precioso en donde la gente hace vida normal. Hay muchos coches, barcos, trenes elevados, hay las mismas franquicias que en todos lados, parques gigantescos, bastante frío, bares caros, macdonalds baratos, gente guapa, muy guapa, poca pobreza (visible) y muchas tiendas de discos. Viven muy bien si no fuera porque el clima. En Suecia la gente está mucho tiempo en casa y las calles están vacías. En Suecia la gente ríe por la calle pero el índice de suicidios es muy elevado (eso lo leí en la guía). Vimos un Ikea pero al final no fuimos porque estaba lejos.

Alguien se preguntará que qué demonios hacíamos en Estocolmo. Pues ahí va.
Hace meses se nos ocurrió que el disco (si se materializa) se llamaría así. Nos gustaba estética pero también conceptualmente. Y a los dos nos pareció buena idea conocer la ciudad para no hacer como Lou Reed que nunca había estado en Berlín antes de grabar el disco homónimo; o Budapest, que tampoco habían ido nunca allí antes de hacerse famosos.

El caso es que estamos encantados. Ha sido una buena experiencia.

El segundo disco se va a llamar Seychelles.

Albert

PD: Riqui se va a animar a escribir un post sobre el viaje

Etiquetas

La semana pasada me enfrenté a varias situaciones que me han empujado a escribir sobre etiquetas.

Nadie duda que estamos sufriendo un exceso de información (para nuestro caso, de música). Y que esta situación provoca la utilización extrema de etiquetas más allá de los géneros para identificar una cosa de la otra entre tantísima oferta. Que si “pt-pop”, que si “Nu-flamenco”, que si “anti-folk”... y como éstas, mil y una etiquetas cuanto más detalladas mejor. Lo más gracioso es que nadie, o muy poca gente, quiere identificarse con ellas. Y es que las las etiquetas también pueden ser muy nocivas. Simplifican el resultado, provocando la pérdida de los matices y siendo motivo de exclusión inmediata. Quien no ha escuchado eso de “yo paso de poperos” o "rollo los Planetas".

En el viaje de vuelta del concierto de Girona, estuvimos Albert Daví y yo hablando de esos grupos que se apuntan al carro de la música mestiza con la rumba como estandarte pero sin haber indagado demasiado en los orígenes de ésta. Cinco días después, casi sin quererlo, fui a un concierto en el que el cantante no paraba de repetir “Queréis más rumba!!!” “Pues venga, otra rumbita!!”. Y acto seguido tocaban un pseudo-reague aflamencado con partes ska y con un sólo de guitarra heavy.
La cuestión es que me lo pasé en grande, y que además de purificarme los pulmones - el concierto era en el Carmelo- me purifiqué el alma. Qué más da si tocan rumba, neo-calorro o flamenco-billy. Lo importante es que es que te guste y punto.

Domingo por la tarde. Vamos a buscar a Valentí al estudio porque estaba grabando un disco de jazz. Cuando acabaron, los músicos nos preguntaron que qué tocábamos y a mi se me ocurre decir “Soft pop”. Acto seguido, cuando entramos en el coche, Riqui me suelta: “Como vuelvas a decir que tocamos “soft pop” te rompo la cara”. Al cabo de un rato me preguntó que qué cojones era "soft pop".

Orangine hace canciones pop.

Albert

Estreno Mundial

El pasado sábado 3 nos presentamos en sociedad en Girona.

Formación trío: Riqui (teclados), Albert (bajo) y yo (guitarrón, psicofonías y murmuros). Valentí no pudo venir porque tenía bolo con Litus.

El sitio es un restaurante muy bonito detrás de Sant Feliu. La idea original era tocar mientras la gente tomaba los postres y el café, pero había cita liguera: Sevilla-Barça. Tocamos después del partido con la doble mala suerte que perdió el Barça y que mucha gente se fue después de la debacle. Como no estaba previsto nada de eso, pues al final había poco público. Pero eso tampoco nos importó demasiado.

El bolo fue estupendamente. Nos encontramos muy a gusto los tres, los temas sonaron muy bien, no ofendí a nadie con bromas de mal gusto y creemos que gustó a los presentes (eso es lo más importante). Muy buenas vibraciones. Tocamos las 11 canciones de Orangine. Después, para justificar el sueldo y dado lo tarde que era, nos pusimos a tocar rumbas y boleros, algo a lo que estamos acostumbrados debido a nuestra relación con BBC. Albert D. se marcó un "Sabor de barrio" que nos dejó sin habla. Esto de las rumbas no será habitual. Queremos preparar algunas versiones chulas más acorde con el espíritu Orangine.

Ah!!! Una duda. Antes del concierto varias personas me advirtieron que sábado 3 había luna llena y que eso era bueno para empezar una aventura o un negocio. Pero luego resultó que había un eclipse de luna. Ahora ya no sé si es bueno, si es malo o si es raro.

Gracias a los que vinisteis el sábado por la compañía y por ayudarnos con el equipo.

Habrá más conciertos en breve. Ahora ya no hay quien nos pare.

Albert

PS: Hoy sale a la venta el nuevo disco de Zola