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Hola amigos, bienvenidos de nuevo al planeta orangine. Aquí estaréis a salvo, nadie va a desconfiar de vosotros a no ser que os guste el blues; en el planeta orangine la desconfianza no existe, así nos van las cosas.
Albert, el auténtico sostén picardía de este blog, está un poco pachucho estos días con todo el follón de la navidad. No ha podido dejar de comer durante diez días seguidos, tanto ha comido que casi no ha tenido tiempo para fumar. En estos momentos, se pasea por su casa en batín y con el brazo tirando endeble de un suero lleno de mermelada, además no para de insultar a la gente. Es broma.
En fin, como casi que a mi no me conoce nadie, he pensado hecharle un poco de mis tonterías al blog para que empecéis a familiarizaros con otro tipo de anomalías.Hace unos días estuvimos otra vez comprando discos como enfermos en unas tiendas muy majas que hay en el raval. Al final como siempre, el empleado nos hechó a patadas por pesados y sobretodo por raros. Naturalmente, después de cobrarnos un pastón por cuatro discos casi centenarios.
Después del vermut (actividad que por respeto no os voy a contar, creo que aún no os lo merecéis), nos fuimos corriendo a su casa para comer y evidentemente, para molestar a nuestras familias un ratito más. Después, un regalo que me dejó tonto para todo el año. El Silk & Soul de Nina Simone, en vinilo y por estrenar. Recuerdo que lo compré en cd cuando fuimos a Estocolmo, cuando acabábamos de empezar a grabar el disco. Curiosamente, ahora que ya hemos terminado de grabar, vuelvo a escuchar el Silk & Soul a toda ostia, y pienso que me quiero morir o sino, que quiero tener un hijo o dos!
Os lo recomiendo a todos, es una pasada de LP. Hay un tema que se llama Cherish, que debería de estar prohibido. Con él monté un vídeo al regresar de Estocolmo, espero que os guste.
Rufus
Feliz año!
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